Yanina Latorre se convirtió en todo un personaje. Hay quienes la odian, y muy pocos son los que la quieren. Sin embargo, la rubia atrae en los medios. Y, esta semana, dio la sorpresa al contar que ella, una de las chimenteras del ambiente, no cuenta nada de su vida porque no confía en nadie.
“No me gusta contarle mi vida a nadie, ni a mis amigas. Y me molesta que me pregunten, porque me siento invadida. Soy muy para adentro, aunque no lo parezca. No le cuento mi vida a nadie, ni a mis mejores amigos. No confío en nadie. Tengo un defecto profesional. Lo que me entero de los famosos es porque me lo cuentan los amigos y familiares, y nunca sé si mi amiga le va a comentar a alguien y ese alguien a otro. No cuento nada. Cero”, dijo en una entrevista con La Nación.
“Con la que más hablo es con mi mamá, Dora. Y con mi hija Lola. En ese momento, Lola era muy chica. Con lo que pasó, se tuvo que hacer fuerte. Con Dieguito también hablo un montón, aunque no de mi pareja con su papá porque todavía es muy chico. Y mi mamá es todo. Tengo ese vínculo hermoso con los tres. Soy una madre muy intensa que cree en el diálogo”, siguió.
Trabajo y amistad. Yanina contó como se mueve en el ambiente y como se relaciona con los famosos.“Sé separar el trabajo de la amistad. Está lleno de panelistas que defienden a muerte a sus amigos aunque no tengan razón, y le pegan a sus enemigos, por más que hagan las cosas bien. Me parece mediocre. Tengo un montón de enemigos, y siempre nombro a Jorge Rial pero también rescato lo bien que hace las cosas, y que me gusta su laburo”, argumentó.
“Por qué voy a decir que trabaja mal si es mentira, por más que yo no lo quiera como persona. Y hay gente a la que le tengo cariño, como a Cinthia Fernández, y la critico en cosas que me parece que no están bien. Laburo de esto y creo que me debo a mi público", afirmó.
¿Reconciliada? Sobre su historia de amor con Diego Latorre, Yanina contó: “Somos familia. No sé qué decirte. Tuvimos una crisis y estamos viendo qué pasa. En realidad estamos todos juntos. Tuve una crisis propia después de todo lo que pasó en el 2017. Se ve que caí recién el año pasado y empecé a pensar en mi. Entonces, estoy ahí. Pero está todo bien. Mi idea es estar tranquila. Insisto, estamos todos juntos, ni él se va a ir de casa ni nada por el estilo. Sé que se dijeron muchas cosas, que estuve en un hotel con otro hombre, que por plata hago cualquier cosa. Y nada que ver. Dicen todo al revés”.
Y a modo de cierre apostó: “El insulto diario para mi es "cornuda", y sobre todo lo dicen las mujeres. La panelista que no tiene sustento, si quiere atacarme, también me dice cornuda, hasta me pasa con mis compañeras. No tienen otra manera de atacarme porque laburo bien y la data es buena. Sufrí, estuve del otro lado y nunca me escondí, jamás falté al trabajo y sin embargo me lo siguen tirando por la cabeza; en el fondo, gozan con mi sufrimiento. Pero bueno, es el medio”.
