"Fue en un boliche de Bariloche, yo tendría unos 16 años más o menos y creía que me llevaba el mundo por delante". Zaira Nara ya tiene 32 años, vive y tiene dos hijos con el empresario de nombre más aristocrático y rimbombante del ambiente farandulero (Jakob Von Plessen) y disfruta de una vida sin contratiempos un poco en el conurbano bonaerense y otro en San Martín de los Andes, pero hace una década y media pudo haber "tenido algo" con Lionel Messi, quien ya pintaba como el mejor jugador del mundo.
Zaira se lo contó a Jey Mammon en el reportaje que les hacen a todos los invitados que concurren a su programa Los Mammones, que alegra cada medianoche de América. En realidad, la hermana de Wanda puso énfasis en aclarar que "el que me vino a hablar fue alguien que se presentó como su representante, no es que vino él directamente. Por ahí él no sabía nada ni tenía nada que ver".
Zaira, que se mostró sorprendida por la información que manejaba el conductor del programa ("No sé cómo se enteraron, porque esto no se lo conté a casi nadie", le dijo), reconoció que fue a verla una persona y le dijo "esta persona te quiere conocer". Esa persona no era otro que la Pulga Messi, quien también "sentó cabeza" al lado de Antonella Rocuzzo, con quien se casó y tiene 3 hijos.
"Directamente lo mandé a cagar", recordó Zaira, quien admitió que "por lo menos a mi, que alguien mande a alguien para que te hable me la baja. Además, qué antigüedad, ¿no?". "Bueno, a mi si me mandan a alguien, que se yo... no estaría mal", le contestó Jey Mammon, quien asegura estar soltero desde que rompió con su ultimo novio.
"Vino alguien que se presentó como su representante y me dijo que tenía alguien para presentarme. Le dije que no, me contestó "¿Vos sabés quién es?" y lo mandé a cagar. Me la baja eso".
Antes de conocer a Von Plessen, que se gana la vida llevando gente a develar los secretos y los misterios del Africa más profunda, Zaira estuvo a punto de casare con Diego Forlán, otro jugador de clase internacional. Se separaron cuando faltaban menos de seis meses para llegar a la ceremonia matrimonial, cuando ella soltó una frase que quedó en la historia: "por suerte no me casé", dijo en aquel momento.
"Estábamos en el bautismo de uno de los chicos de Wanda cuando en una habitación reuní a mi familia y le conté que estaba dudando. Tenía 21 años y no sabía dónde me estaba metiendo. Me acuerdo que Wanda quedó en shock, y que mi papá me dijo "si tenés esa duda, salí de ahí de inmediato". Me quedo dando vueltas esa frase que me dijo mi viejo", recordó la morocha de aquel tropiezo amoroso. Luego llegaría Jakob con su estirpe palaciega.