A tan solo dos semanas de haber estrenado en calle Corrientes con la obra Felices los cuatro, donde protagoniza junto a Ivo Cutzarida, Betina Capetillo y su esposo Sebastián Cobelli quien debutó como actor, Fernanda Vives se encuentra en plena gira por los medios pero, también, se hace un tiempito para hacer las manos, las pestañas e ir a la peluquería.
Y fue así que, en tanto visitó a Cristian Rey, su estilista amigo y quien estaba atendiendo a muchas famosas en ese mismo momento, la actriz y ex vedette accedió a dialogar con las cámaras de este portal y, sumándose a la sección #3minutos+, nos invitó a entrar con ella al local de Palermo.
“Estamos contentos con el estreno. Teníamos miedo porque es Buenos Aires y la primera vez mía en calle Corrientes y de que haya poca gente. Nos está yendo bien, gracias a Dios con Felices los cuatro. ¡Y está mi marido! Ay, Dios, lo que es trabajar con él”, comenzó Vives.
Asimismo, en cuanto a trabajar con el ex futbolista y padre de sus dos hijos, Fernanda continuó: “Primera y última vez. En casa y en el trabajo. Es un monton. El deterioro principal viene por la parte sexual. Claro, es como que ya somos compañeros de trabajo”.
CONVIVENCIA 24 POR 7
“Igual, en camarines yo le digo ´sabés que nunca estuve con un compañerito de trabajo´. La verdad es que él está feliz, contento. Está muy bien en la obra. Lo tengo cagando para que no se la crea porque en cualquier momento los flashes… . No, tiene que seguir cortando el pasto, limpiando la pileta, en casa me ayuda un montón y eso no se negocia”, remarcó la actriz.
Dejando en claro que no es tan fácil pasar las 24 horas junto a su marido, tanto en la convivencia como en lo laboral, Fernanda agregó: “De hecho, tuvimos charlas para ver qué pasa si lo contratan para ir a Mar del Plata y a mi a Carlos Paz. ¡No va! Hablando en serio, creo que Seba encontró una carrera. Está muy bien”.
“Soy celosa pero en este caso, las escenas más subidas con Betina Capetillo no me molestan porque sé que estoy. Sino calculo que sí me darían muchos celos”, confesó Vives que luego entró a poner su melena en manos de Cristian Rey y retomó: “Estoy dejando atrás la vedette y llevando mi carrera a lo actoral, a la comedia, porque ya tengo 44 años…”.