La China Suárez tiene una vida de película. De a ratos es de aventuras, durante un largo tramo de romance, a veces se pone de suspenso y cada tanto disfruta de un final feliz. En la presentación de uno de sus últimos trabajos, un filme que la encontrará compartiendo protagonismo y cartel con Joaquín Furriel, se dio uno de esos casos: Paparazzi la encontró infraganti junto al productor Rodolfo Lamboglia, a quien ella presenta como amigo pero en su círculo íntimo se le asigna un rol mucho más cercano y directo. Luz, cámara...¡Acción!
La China y Furriel, uno de los hombres del momento después de que se confirmara su explosivo romance con Guillermina Valdes, nada más y nada menos, son las principales figuras de "El duelo", una película de próximo estreno con la que ella intentará repetir éxito de taquilla pero tratará de mejorar la recepción que sus últimas producciones tuvieron en la crítica, donde fueron muy cuestionadas.
Antes de estrenarla oficialmente para todo el público se hace una "avant premiere" reservada para quienes trabajaron en la peli y para quienes son muy allegados a ellos. No está abierta a la gente, que debe esperar a la fecha oficial, ir al cine, comprar la entrada, los pochoclos y sentarse a verla. Allí fue la China. Y no llegó sola. No la acompañó Furriel, no, sino que apareció junto a Lamboglia.
¿Y quién es él, en qué lugar se enamoró de ti? No lo cantará Perales, sino que lo contaremos nosotros: Lamboglia tiene 46 años y es un multifacético, exitoso y acaudalado productor artístico que, cuentan, "todo lo que toca lo convierte en suceso". Y en oro también, parece. Era absolutamente anónimo hasta que empezaron los rumores que lo vincularon a la China, y adios tranquilidad callejera.
LA CHINA SUAREZ, INFRAGANTI CON EL MULTIMILLONARIO RODOLFO LAMBOGLIA
La China y Lamboglia llegaron juntos a la sala ubicada el Shopping DOT, frente a la Avenida General Paz del lado de la Ciudad de Buenos Aires. Un poco para despistar aparecieron rodeados de otras personas, pero la realidad es que iban los dos juntos. Igual, evitaron mostrarse de esa manera. Cuando ingresaron a la sala, la enorme mayoría delos asientos aún estaba vacía. Paparazzi fue testigo de ese momento revelador y lo documentó con el video que acompaña este texto.
Y hasta ahí llegó tu amor: después de que entraran y advirtieran la presencia de nuestra cámara, fue imposible tener más imágenes. Fuimos invitados a retirarnos del lugar pero lo que nadie puede hacer es prohibir que la gente se imagine cómo siguió todo allí adentro. En pocas palabras, hacerse la película.
